domingo, 8 de noviembre de 2009

Cuando comenzar la semana es más difícil de lo normal: manifestaciones y egocentrismo




Aclaración: el siguiente texto fue escrito hace un buen tiempo, una mañana de un lunes complicado por los cortes en Panamericana y el mal servicio de los trenes. En aquel momento el blog no existía, pero esta opinión surgió al tratar de vincular una noticia de aquel día con el tema de este espacio.

Los lunes siempre son complicados. Comenzar la semana con frío y con cinco días por delante, para los afortunados que no trabajan o estudian los fines de semana, no es algo con lo que se sueñe los domingos por la noche. Sin embargo, la situación puede empeorar: lo que el abrigo y un poco de esfuerzo mañanero pueden emparchar, queda disminuido a una simple molestia cuando los recurrentes problemas con los medios y las vías de transporte aparecen.

Hoy por la mañana, minutos antes de las siete, una nueva manifestación, relacionada con el despido de 160 trabajadores de la empresa estadounidense Kraft, se hizo presente en la ruta Panamericana. El grupo integrado por obreros, estudiantes universitarios y diversas agrupaciones de izquierda decidió cortar totalmente la frecuentada autopista y dejar como única alternativa, para quienes día a día la recorren, los reducidos carriles de la colectora o el desvío a caminos diferentes. Como se esperaba, la autovía colapsó.

¿El fin justifica los medios? Pregunta vieja y repetida si las habrá. Creo que la respuesta es no. La causa en este caso es justa: la reincorporación del personal recortado luego de que la ex Terrabusi pasara a manos extranjeras. Las dudas surgen cuando se analiza los medios utilizados para elevar la voz, para no permanecer callados y con la cabeza gacha.

Las miles de personas que esta mañana llegarán tarde a sus respectivas obligaciones, con posibilidades concretas de perder el premio por presentismo en sus empleos, y que sufrirán el fastidioso estrés que causan los problemas de tránsito, no tienen la culpa de lo acontecido; aunque lo correcto es solidarizarse con la causa, lo ideal sería no sufrir daños colaterales.

“¿Por qué provocarle problemas laborales a otras personas cuando conozco de cerca lo que es tener uno?”, es lo que a menudo pienso cuando trato de ponerme en el lugar de un manifestante. Seguramente lejos estoy de hacerlo, pero creo que el cuestionamiento es válido.

Paralelamente al caos vial que en la Panamericana se vivía, los sufridos pasajeros de los Trenes de Buenos Aires (TBA) del ramal que une las estaciones José León Suárez y Retiro volvían a padecer cancelaciones del servicio sin previo aviso. A las demoras que esto evidentemente ocasiona, es necesario sumarle las condiciones en las que se debe viajar en la siguiente formación.

Cuando el tren arriba a la estación, ahora lleva a bordo a los pasajeros que siempre toman ese servicio y a los que esperaban el cancelado, limitando ampliamente el lugar vacante para el resto de los perjudicados que intentan viajar. Quien vive la situación de cerca sabe que TBA cuenta con escasos trenes nuevos y de mayor capacidad por lo que, si la siguiente formación se trata de una de las viejas y reducidas en espacio, subir se vuelve una utopía y las demoras se acrecientan.

Vivimos en un país que se caracteriza, entre tantas otras cosas, por la mala costumbre de su pueblo, cansado de reclamar. Es por eso que manifestaciones como la de los trabajadores despedidos por Kraft deben realizarse, para demostrar que aquí estamos y para comenzar a ser cada vez menos sometidos. Hay que cortar con el mal acostumbramiento a los problemas, dejar de acatar decisiones que nos perjudiquen sólo porque vienen de un sector superior al nuestro.

No obstante, es necesario saber que la libertad de uno termina donde comienza la del otro. Cuando el reclamo de un grupo se interpone con las prioridades de otro, el problema se traslada al seno de una sociedad que se separa cada vez más y que, en definitiva, terminará constituida por sectores que sólo se preocuparán por sus propios problemas, haciendo de la solidaridad por la causa ajena algo onírico.

Pocos días atrás le comenté a una compañera de la facultad, perteneciente a una agrupación de estudiantes y vinculada con el Partido Comunista Revolucionario (PCR), la opinión que aquí expresé. Ella remarcó que la situación de los trabajadores de Kraft sólo se hizo conocida cuando comenzaron los cortes, cuando se molestó a alguien. Es innegable que tiene razón y que el sistema parece funcionar de esa forma, pero esto no implica que el método no sea incorrecto.

Lamentablemente no estoy proponiendo una solución o alternativa porque la desconozco. Únicamente quiero plantear las contradicciones que me surgen cuando veo este tipo de protestas y la preocupación por una mayor separación de los sectores de la sociedad, enfrentados por intereses cada vez más contrapuestos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Claro como siempre...y comienzo pensar...
El expresarse es algo legitimo y es un derecho del individuo.
Tambien es legitimo y debiera ser una obligación seguir buscando soluciones para tener una sociedad más justa y tolerante con ella misma.
Una de las soluciones que siempre me vienen a la mente pasa por el lado de la reeducación de nuestra sociedad con base en el principio y el respeto. Que Nó esté basada en las diferencias de blancos y negros, derecha e izquierda, ricos y pobres...Porque la única diferencia está en haber recibido una Educación que te permita pensar y evolucionar en todo orden de la vida de manera de poder ayudar al que lo necesita.
Hay que mostrar y seguir el camino...
Esta bueno esto de compartir un escrito.
Mike

Ana Laura dijo...

Muy bueno tu artículo Pablo! Está buenísimo que se dé este debate y de ahí podamos buscar una buena solución! En cuanto a los métodos, como charlamos aquel día, yo estoy a favor de las manifestaciones y la lucha en pos de lo que se quiera lograr. Me parece un tanto extremista decir que otras personas se perjudican TANTO por un piquete, una marcha, una toma... Y me parece que tenemos que aprender a ser más solidarios con los reclamos ajenos. Me enorgullece profundamente saber que por MUCHOS procesos de los que he formado parte HEMOS LOGRADO (los estudiantes) MUCHAS COSAS dentro de la facu. Y sé que si no hubieramos luchado por esas cosas, no nos hubieran caído soluciones de arriba.
En fin, nuevamente, te felicito por tu blog, está muy lindo! Nos vemos!

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